Rutas “Escritores en La Alpujarra”
LOS TIEMPOS: son medidos sin paradas, a una velocidad
media reducida, condicionada por las “carreteras típicas
alpujarreñas” y la difícil orografía del terreno. Se pueden
completar tranquilamente en DOS/TRES DÍAS el primero,
DOS/TRES DÍAS el segundo, y UN DÍA el tercero.
OTRAS OPCIONES: Por supuesto, se puede cambiar el inicio
de cada itinerario en función del lugar desde donde se
encuentre alojado, de su residencia o su visita, o el punto de
entrada a la comarca.
La Alpujarra es posiblemente la comarca sobre la que más se ha
escrito. Un variopinto elenco de escritores y artistas se han
valido de ella para conseguir la anhelada inspiración de sus
obras a lo largo de los siglos, abarcando desde los hechos
históricos acaedidos durante la conquista del Reino de Granada
y las posteriores sublevaciones de los moriscos, su naturaleza y
etnocultura, sus indescriptibles paisajes y sus peculiares
habitantes, … o simplemente relatando sus propios viajes,
aventuras y desventuras.
Por citar algunos: Juan Rufo (La Austríada -1584), Diego
Hurtado de Mendoza (La Guerra de Granada publicada en
1610), Luis del Mármol Carvajal (Historia de la rebelión y
castigo de los moriscos -1600), Bernardo de Balbuena,… o los
más recientes Federico García Lorca, Rafael Gómez Montero,
Fidel Fernández Martínez, Joaquín Bosque Maurel, Julio Caro
Baroja, Paul Voigt, Gregorio Marañón, Rafael Guillén, José G.
Ladrón de Guevara, José Alberto López Tovar, Harold López
Méndez, Federico Olóriz Aguilera, Antonio Gala,…
A partir del siglo XIX se produjo el inicio de los viajes de
placer, sobre todo de las clases acomodadas europeas. Los
escritores románticos empezaron a viajar por Granada y La
Alpujarra por la orla de misterio y leyenda que contagiaba esta
zona. Entre ellos, Richard Ford (Manual para viajeros por
Andalucía y lectores en casa), Charles Didier (Un viaje a La
Alpujarra en 1836) que vino buscando “alcornoques seculares y
robles antediluvianos” y se pone a buscarlos en el cauce del
Guadalfeo donde casi se ahogan él, sus guías, los
guardaespaldas, y los caballos en la Junta de los Ríos en
Órgiva, … Ya en siglo XX, el hispanista inglés Gerald Brenan
esboza un retrato ameno de la zona (Al Sur de Granada), pero
es el suizo Jean Christian Spahni (La Alpujarra, La Andalucía
Secreta) quien lleva a cabo uno de los más amenos estudios
etnológicos y geográficos de La Alpujarra de mediados del
siglo XX, denotando desde el principio una gran apreciación
por la cultura popular y los alpujarreños.
Entre los autores de libros de viajes españoles: Miguel J.
Carrascosa Salas (La Alpujarra), Eduardo Castro (Guía General
de la Alpujarra), José Guglieri Arenas (En los Alpes
Alpujarreños), Francisco Izquierdo (El Apócrifo de La
Alpujarra Alta), Antonio Rubio (Del mar al cielo), Juan M.
Jerez Hernández (Toda la Alpujarra)… y el pionero en la
literatura de viajes española, Pedro Antonio de Alarcón (La
Alpujarra: sesenta leguas a caballo precedidas de seis en
diligencia – en 1872). Hoy día, en la era de Internet, multitud de
sitios web albergan amplias guías sobre La Alpujarra, baste
poner en el buscador Google “alpujarra” para obtener más de
un millón de páginas.
La mayor parte de los escritores mencionados anteriormente,
junto con músicos, pintores, dibujantes, fotógrafos, se
enamoraron de esta comarca que, con poco empeño que se
ponga, te sabe agradecer una visita si sabes observar, sentir y
escuchar. En honor a los que supieron vivir y que vivirán La
Alpujarra, incluso de los que no se citan por cuestión de
espacio, se dedican los siguientes itinerarios.
Pedro
Antonio
de
Alarcón
y
su
obra
“La
Alpujarra:
sesenta
leguas
a
caballo
precedidas
de
seis
en
diligencia”
es
la
inspiradora
de
este
itinerario
que
intenta
cubrir
todas
las
poblaciones
visitadas
en
1872.
Novelista
nacido
en
Guadix
(Granada)
en
1833,
fue
uno
de
los
autores
españoles
más
importantes
del
Siglo
XIX.
Entre
sus
obras
más
importantes
destacan
además
de
la
mencionada:
Diario
de
un
testigo
de
la
guerra
de
África
(1859),
De
Madrid
a
Nápoles,
(1861),
El
sombrero
de
tres
picos
(1874),
El
escándalo
(1875),
El
niño
de
la
bola
(1878)
y
La
pródiga (1880).
Imbuido
por
el
romanticismo
de
la
época,
junto
a
unos
cuantos
amigos
viajeros
y
una
carga
impresionante
de
todos
los
libros
escritos
sobre
La
Alpujarra
y
los
moriscos,
comienza
desde
Granada
el
viaje
soñado
ya
desde
su
infancia.
Se
mezcla
el
realismo
de
los
personajes,
de
la
naturaleza,
con
las
clásicas
leyendas
y
hechos
históricos
del
final
del
Reino
Nazarí
y
la
posterior
Guerra
de
Granada.
Después
de
atravesar
el
Valle
de
Lecrín,
el
“Valle
de
la
Alegría”,
pasa
por
el
Puente de Tablate para entrar en La Alpujarra.
De
Lanjarón
,
por
la
A-348,
se
llega
a
Órgiva
del
que
Pedro
Antonio
de
Alarcón
cuenta
de
su
entorno:
“Ya
engolfados
en
el
campo,
todas
nuestras
observaciones
y
pláticas
contrajéronse
al
estudio
o
a
la
enumeración
de
las
bellezas
silvestres
en
que
también
abunda
aquel
privilegiado
suelo.
Su
flora,
su
fauna,
sus
montes,
sus
ríos,
sus
más
célebres
paisajes,
todo
lo
trajimos
a
colación
durante
un
largo,
deleitoso,
inolvidable
paseo
por
huertas,
campiñas,
naranjales
y
numerosísimos
ejércitos
de
alineados
olivos...
Y
de
lo
que
allí
observamos
y
platicamos resultan, entre otras cosas, las particularidades siguientes:
Muchos
pueblos
de
los
que
componían
la
antigua
Taha
de
Órgiva,
hállanse
enclavados
en
una
gigantesca
loma
que
se
desprende
del
Veleta,
haciendo
pendant con la de Lanjarón.
Al
Este
de
la
villa
hay
una
descomunal
ladera
muy
pendiente,
pero
toda
ella
cultivada,
donde,
por
más
señas,
verdeaban
a
la
sazón
las
esperanzas
de
una
gran
cosecha de cereales.
Y
por
todos
lados,
en
la
Sierra
como
en
el
río,
en
lo
llano
como
en
lo
escabroso,
corresponde
al
favor
de
los
elementos,
amigablemente
concertados
en
obsequio
de
aquel
país,
una
exposición
universal
de
vegetales,
desde
el
árbol
más
corpulento
a
la
hierba
más
humilde,
desde
los
que
sudan
goma
en
el
Ecuador
hasta los que crujen de frío más allá de los Círculos Polares.
Sólo
Sierra
Nevada
y
el
sol
de
Berbería,
puestos
de
acuerdo,
producirían
tales
milagros.”
Llegamos
a
Torvizcón
(“Torbiscon
y
su
rambla”),
en
el
que
se
toma
una
pequeña
y
revirada
(sobre
todo
al
principio)
carretera
que
comienza
a
la
derecha
antes
de
finalizar
el
pueblo
y
termina
en
la
GR-5204,
(OPCIONAL)
o
podríamos
andar
el
Sendero
de
Pedro
Antonio
de
Alarcón
para
subir
la
Contraviesa.
Desde
este
punto,
el
escritor
relata
que:
“El
cielo
avanzó
por
encima
de
nuestras
cabezas,
como
un
mar
que
rompiera
sus
diques,
e
invadió
un
inmenso
espacio
circular,
anegando
y
sepultando
bajo
sus
olas
todos
los
montes
que
hasta
allí
nos
habían parecido insuperables...
Sólo
nosotros
quedamos
flotando
en
el
general
diluvio...
Sólo
nosotros
dominamos entonces, en muchas leguas a la redonda, la vacía soledad del aire.
La Alpujarra entera estaba a nuestros pies.”
En
el
cruce
se
toma
a
la
derecha,
en
dirección
al
Haza
del
Lino
y
sus
alcornoques
centenarios
para
arribar
despues
por
la
GR-4131
a
Sorvilán
y
Albuñol
.
(OPCIONAL)
Podríamos
ascender
un
poco,
visitar
la
entrada
de
la
Cueva
de
los
Murciélagos
y
las
Angosturas
de
Albuñol
,
y
después
dar
una
vuelta
por
el
Albondón
de las infinitas bodegas.
Se
desciende
hasta
La
Rábita
por
la
A-345,
bordeando
la
costa
de
Granada
y
Almería
por
la
N-340a,
se
recomienda
tomar
unos
baños
en
la
playa
o
en
alguna
escondida
cala
y
llegar
a
Adra.
Por
la
A-347
atravesamos
Berja,
para
tomar
a
su
salida
la
AL-1175
dirección
Turón
,
haciendo
una
parada
en
el
dique
del
Pantano
de
Benínar,
que
esconde
sumergido
bajo
sus
aguas
a
este
pueblo.
Este
tramo
de
Albuñol
–
Adra
-
Turón
,
el
escritor
lo
recorre
en
sentido
inverso
en
una
sola
tarde
en
compañía
de
su
hermano,
después
de
una
infernal
galopada
digna
del
más
valiente
caballero
andalusí.
Un
adagio
español
lo
expresa
así:
“No
hay
hombre cuerdo a caballo.”
Por
aquel
entonces,
Murtas
tenía
una
importante
producción
de
aguardiente
y
antes
de
preparar
el
descenso
en
la
“expedición
a
Cádiar
y
a
la
Sierra”
hay
que
desayunar:
“Mande
usted
que
echen
una
lágrima
de
cualquier
cosa
a
estos
pobres
lectores!...
¡Aunque
sea
una
gota
de
aguardiente
sin
rebajar!
-¿Quién
se
para
en
grados
cuando
el
termómetro
marca
uno
bajo
cero!
-Y,
por
lo
que
hace
a
nosotros,
queremos
desayunarnos
con
gachas...
¿lo
oye
usted?...
con
gachas
de
las
que
comen
los
pastores;
con
gachas
de
caldo
colorado
y
muy
picante,
que
nos
caliente
el
estómago
antes
de
ponernos
en
camino.-
El
chocolate
es
bueno
para
las
monjas.”
Corona
este
pueblo
el
Cerrajón
de
Murtas,
siendo
la
delimitación
geográfica
de
La
Alpujarra
propuesta
por
Alarcón,
una
de
las
más
simples
y
claras:
“todo
lo
que
queda
dentro
del
horizonte
sensible
que
se
abarca
desde
las
cimas
del
Cerrajón de Murtas;”.
El
descenso
de
la
Contraviesa
se
realiza
por
la
GR-5202,
pasando
al
lado
de
Mecina
Tedel,
Cojáyar
y
Jorairátar,
pasando
al
lado
de
los
restos
romanos
del
Castillo
Juliana.
(OPCIONAL)
Se
podría
descender
también
por
el
sendero
de
Mecina
Tedel
a
Cojayar,
que
con
toda
probabilidad
fue
el
que
utilizó
el
escritor,
al igual que la Senda de La Alpujarra GR142 desde Jorairátar a Cádiar.
En
el
cruce
con
la
A-348
la
tomamos
a
la
izquierda,
pasando
por
Yátor
dirección
a
Cádiar
,
“…
patria
y
residencia
habitual
de
D.
FERNANDO
el
Zaguer,
y
algunas
veces
corte
del
mismo
ABEN-HUMEYA”
y
añade
el
escritor
que
“
...sus
grandes
casas
rodeadas
de
huertas
y
jardines,
sus
oscuros
olivares,
su
refulgente
río,
sus
floridos
campos;
la
poética
bruma
que
se
resistía
a
dejar
las
alamedas,
el
radiante
azul
del
cielo
a
que
no
lograba
subir
aquella
bruma,
y
el
alegre
Sol
que
plateaba
las
cercanas
nieves,
doraba
los
edificios,
relucía
en
las
aguas,
argentaba
la
misma
niebla
y
convertía
en
penachos
de
colores
las
columnas
de
humo
de
los
hogares...”.
(OPCIONAL)
Es
ineludible
pasear
por
la
cercana
Narila,
de
la
que
“…No
faltó
quien
nos
indicase
entonces
cuál
de
los
vetustos
olivos
que
vimos
en
los
alrededores
del
lugar
era
segurísimamente
la
famosa
olivera
a
cuya
sombra,
según los historiadores, fue coronado ABEN-HUMEYA Rey de Granada....”.
Abandonámos
la
A-348
para
subir
por
la
GR-4130
hacia
Yegen
y
Válor
,
en
el
que
recuerda
el
Puente
de
la
Tableta
y
con
amargura
las
Fiestas
de
Moros
y
Cristianos,
para
continuar
por
Mecina
Alfahar,
Mairena
hasta
Laroles
donde
antes
de
irse
a
dormir
el
escritor
nos
cuenta
que
“Ya
muy
tarde,
nos
asomamos
a
un
balcón,
a
fin
de
contemplar
la
Alpujarra
a
luz
de
la
Luna.
¡Era
la
última
vez
(acaso
en
toda
nuestra
vida)
que
podríamos
disfrutar
de
aquel
grandiosísimo
espectáculo!...”.
(OPCIONAL)
Desde
Nechite
se
puede
tomar
el
Sendero
GR7,
por
Mairena
Júbar
y
Laroles
,
para
bajar
a
Picena
por
el
Sendero
de
Joplón,
ya
que
estas
sendas
son los antiguos Caminos Reales que utilizaría
Pedro Antonio de Alarcón
.
Se
desciende
de
“la
sierra”
a
la
izquierda
por
la
A-337,
pasando
por
Picena
y
Cherín,
para
tomar
la
antigua
carretera
A-348
hasta
la
ciudad
de
Ugíjar
,
donde finaliza el itinerario y de la que el escritor nos cuenta:
“Ugíjar,
la
antigua
ciudad,
la
verdadera
metrópoli
de
la
Alpujarra,
acababa
de
aparecer
también
a
nuestros
ojos,
pero
no
encaramada
en
un
monte,
ni
escondida
en
una
rambla,
ni
opresa
en
un
barranco,
como
los
demás
pueblos
de
aquel
enmarañado
país,
sino
aristocráticamente
extendida
al
pie
de
la
Sierra,
en
un
terreno
casi
llano,
en
medio
de
una
tierra
feracísima,
con
su
horizonte
propio,
cercado de montañas ajenas”.
ETAPA 1
ETAPA 2
Gerald
Brenan
,
escritor
e
hispanista
británico,
nació
en
Sliema,
Malta
en
1894.
Influenciado
por
los
viajeros
románticos
del
XIX,
viaja
al
sur
de
España
buscando
un
lugar
lo
suficientemente
barato
y
atractivo
que
le
permitiera
dedicarse
a
sus
aficiones
favoritas:
leer,
escribir
y
caminar.
Después
de
un
penoso
periplo
lo
encuentra
en
el
pueblo
de
Yegen
en
1920.
Por
su
casa,
a
partir
de
los
años
veinte,
pasaron
buenas
temporadas
sus
amigos
y
famosos
en
la
Inglaterra
de
aquel
tiempo:
Virginia
Woof,
Lytton
Strachey,
Roger
Fry,
Ralph
Partridge
y
Dora
Carrington.
Se
casó
en
1930,
con
la
poetisa
estadounidense
Gamel Woolsey.
A
partir
de
1939
Gerald
Brenan
se
dedicó
a
la
redacción
de
su
obra
más
reconocida,
“El
laberinto
español”
(1943),
que
fue
uno
de
los
primeros
estudios
publicados
sobre
las
causas
de
la
guerra
civil
española.
A
ésta
siguieron,
entre
otras
obras,
“La
faz
de
España”
(1950)
en
la
que
expone
sus
investigaciones
sobre
el
asesinato
de
Federico
García
Lorca
-indagó
hasta
encontrar
el
lugar
en
el
que
supuestamente
el
poeta
yace
junto
a
un
banderillero
y
un
maestro
de
escuela-
“Historia
de
la
literatura
española”
(1951),
y
“Al
Sur
de
Granada”(1957).
Gerald
Brenan
es
junto
a
Ian
Gibson
-que
vive
en
el
Valle
de
Lecrín-
y
Paul
Preston,
uno
de los principales hispanistas del Siglo XX procedentes de las Islas Británicas.
Recientemente
se
ha
creado
la
Asociación
de
Investigadores
por
Gerald
Brenan
,
que
propone
la
creación
de
una
Ruta
que
recorra
los
lugares,
de
Granada
y
Málaga,
que
fueron
visitados
por
el
escritor.
Su
propuesta
se
realiza
partiendo
de
Granada
y
discurre
por
los
siguientes
pueblos:
Granada,
Armilla,
Alhendín,
Otura,
La
Malahá,
Escúzar,
Ventas
de
Huelma,
Agrón,
Fornes,
Jayena,
Bermejales,
Arenas
del
Rey,
Jata,
Cacín,
Alhama
de
Granada,
Ventas
de
Zafarraya,
Viñuela,
Puente
de
Don
manuel,
Portugalejo,
Canillas
de
Aceituno,
Sedella,
Salares,
Corumbelos,
Daimalos,
Canilla
de
Alba,
Cómpeta,
Arenas,
Sayalonga,
Algarrobo,
Vélez
Málaga,
Torrox,
Frigiliana,
Nerja,
Maro,
La
Herradura,
Almuñécar,
Salobreña,
Motril,
Almegíjar
,
Cástaras
,
Lobras
,
Cádiar,
Murtas
,
Mecina
Bombarón
,
Yegen,
Válor
,
Mecina
Alfahar,
Ugíjar
,
Mairena
,
Yátor,
Alcútar,
Bérchules
,
Juviles
,
Trevélez
,
Busquístar
,
Pórtugos
,
Pitres
, Mecina Fondales y Mecinilla.
La
Ruta
que
se
plantea
a
continuación,
en
función
de
la
propuesta
anterior,
recorre
los
pueblos
alpujarreños
mencionados,
haciendo
especial
alusión
a
los
dos
en
los
que
el
escritor
vivió
más
tiempo:
Yegen
a
mitad
de
recorrido
y
Mecinilla
al
final.
Los
textos
extraídos
pertenecen
a
la
obra
“Al
Sur
de
Granada”
(1974)
que
ha
sido
llevada
al
cine
por
Fernando
Colomo
y
en
la
que
el
actor
Matthew
Goode
interpreta
al
escritor-senderista,
extrayendo
el
romance
con
Juliana (Verónica Sánchez).
Gerald
Brenan
parte
de
Granada
hacia
las
Ventas
de
Huelma,
Ventas
de
Zafarraya,
cruza
la
Sierra
de
Tejeda
entrando
en
la
Axarquía,
pernocta
en
Sedella
y vuelve a la costa de Granada, desde donde asciende buscando La Alpujarra.
El
primer
pueblo
mencionado
por
la
Asociación
es
Almegíjar
,
al
que
llegaríamos
por
la
costa
desde
la
A-346,
la
A-348
y
la
GR
4130
después
de
Torizcón.
Aunque
por
razones
logísticas
–los
autobuses
que
llegan
o
parten
a
los
pueblos
de
La
Alpujarra
siempre
hacen
una
parada
aquí-
se
puede
empezar
también en
Órgiva
, pueblo muy visitado y descrito por Gerald Brenan.
Alcanzamos
Cástaras
y
su
anejo
Nieles
por
la
GR-4200,
continuando
por
un
vertiginoso
camino
que
comunica
este
anejo
con
Tímar
y
Lobras
,
llegamos
a
Cádiar
por
la
A-348,
que
continuamos
para
pasar
por
Yátor
y
Ugíjar
.
Ascendemos
ahora
por
la
GR-4126
para
conectar
con
a
GR-4130
que
tomamos
a
la
izquierda
hacia
Válor
(OPCIONAL)
o
podríamos
tomarla
a
la
derecha
hacia Mairena, donde Brenan estuvo buscando casa.
Después
de
Válor
llegamos
a
Yegen
,
motivo
principal
del
itinerario,
del
que
el
Don
Geraldo
escribió
en
“Al
Sur
de
Granada”
que
“…su
situación
física
estimulaba
la
imaginación.
Se
alzaba
a
unos
mil
doscientos
metros
sobre
el
mar,
sobre
una
suave
ladera
montañosa
surcada
por
arroyuelos,
moteada
de
rocas
grises,
coloreada
con
el
verde
de
los
álamos,
de
las
mieses
y
de
toda
clase
de
árboles
frutales,
se
agrupaba
como
una
colonia
de
nidos
de
golondrinas
colgados
sobre
el
vacío.
Mirando
hacia
abajo
desde
cualquiera
de
sus
azoteas
la
ladera
parecía
precipitarse
en
rápidas
gargantas
rojizas
que
formaban
un
dédalo
de
ramblas
o
arroyuelos
arenosos.
El
ojo
se
zambullía
no
en
un
valle
encerrado
entre
montañas,
sino
más
bien
en
una
hoya
recorrida
y
ondulada
por
valles.”
Continuando
con
que
Yegen
“…daba
la
impresión
de
descansar
en
una
gran
elevación,
sobre
el
resto
del
mundo.
Grande
era
la
soledad
y
el
silencio,
roto
únicamente
por
los
ruidos
de
la
aldea
y
el
rumor
de
las
corrientes
de
agua.
Se
sentía
cómo
el
aire
le
rodeaba
a
uno,
vas¬tas
masas
de
aire
que
me
bañaban
de
manera
singular,
como
jamás
había
experimentado
en
otra
parte.
Montañas
y
nubes
eran
elementos
capitales.
Unos
treinta
kilómetros
más
allá,
al
otro
lado
del
espacio
transparente,
emergían
las
cimas
achatadas
de
la
Sierra
de
Gádor,
desnuda,
azul
o
amarillo
ocre,
sin
árboles,
sin
agua,
y
que
cubría
más
de
seiscientos
cuarenta
kilómetros
cuadrados
de
terreno.
En
invierno,
unos
pocos
pastores
llevaban
sus
rebaños
a
pastar
allí,
y
en
la
noche
de
Todos
los
Santos
encendían
fogatas
para
alejar
a
los
malos
espíritus.”
(OPCIONAL)
En
Yegen
podremos
recorrer
el
Sendero
de
Gerald
Brenan,
y
pasar
por
el
Peñón
del
Fuerte
y las Peñas de la Encantanda con leyenda incluida.
Desde
Yegen
seguimos
en
dirección
Oeste
por
la
GR-4130
hacia
Mecina
Bombarón
(del
que
escribe
que
es
“…
un
pueblo
grande,
parcialmente
encalado
y
con
muchas
casas
grandes
diseminadas
entre
bosques
de
castaños.
Tiene
un
carácter
completamente
diferente
al
de
Yegen,
con
un
aspecto
frío
y
nórdico,
y
goza
de
celebridad
gracias
a
sus
manzanas
y
patatas”)
y
Bérchules
.
A
este
último
pueblo
llega
Brenan
a
cenar
después
de
una
caminata
desde
Granada,
pasando
por
la
Laguna
de
Vacares,
que
nos
relata
así:
“…
me
entró
la
locura
de
hacer
el
viaje
desde
Granada
hasta
mi
casa,
andando,
en
un
solo
día.
Salí
de
la
ciudad
a
las
tres
de
la
madrugada,
llegué
al
pueblo
de
Güejar
Sierra
al
amanecer
y
encontré
un
bar
abierto,
donde
tomé
un
vaso
de
café.
Desde
allí
hasta
la
depresión
de
la
laguna
de
Vacares
hay
una
subida
casi
continua
y
próxima
a
los
dos
mil
quinientos
metros,
y
al
encontrarme
envuelto
en
una
nube
en
la
cima
tuve
la
suerte
de
poder
ver
la
laguna
bajo
su
aspecto
más
solemne
y
misterioso:
un
bloque
de
hielo
flotaba
todavía
en
su
superficie
y
un
cuervo
graznaba
en
la
niebla
que
se
rasgaba
y
cerraba
a
mi
alrededor.
No
había
rastro,
sin
embargo,
de
pájaro
blanco
alguno,
pese
a
que
me
senté
al
borde
del
agua
a
tomar
mi
almuerzo
de
pan
e
higos
secos.
Luego,
al
descender
a
El
Horcajo,
pude
comprobar
que
los
pastores
se
habían
marchado
y,
tras
perder
mi
camino
durante
un
rato
en
la
niebla,
llegué
al
castañar
de
Bérchules
hacia
las
seis
de
la
tarde.
Allí
tomé
café
y
jamón
con
huevos,
emprendí
la
ruta
normal
al
oscurecer
y
llegué
a
casa
a
las
diez
de
la
noche.
Fue
un
largo
paseo
—unos
noventa
kilómetros—,
pero
en
las
montañas
uno
puede
caminar
sin
detenerse
nunca.”
(OPCIONAL)
Con
toda
probabilidad,
para
llegar
a
Bérchules
,
tomaría el que es hoy es el
Sendero de la Junta de los Ríos.
Continuamos
por
la
GR-4132
dirección
Juviles
para
llegar
a
Trevélez
.
El
escritor
nos
cuenta
en
el
Capítulo
X
dedicado
a
las
creeencias
y
rituales
alpujarreños
que
este
pueblo
“…se
levanta
a
una
altura
de
más
de
mil
quinientos
metros
sobre
el
mar
y
que
es
—creo—
la
aldea
más
alta
de
Europa,
tenía
una
gran
reputación
en
cuanto
a
hechicería
(existe
una
relación
matemática
que
relaciona
el
número
de
hechiceras
en
España
y
la
altura
sobre
el
nivel
del
mar)
e
incluso
se
dice
que
los
famosos
jamones
que
vienen
de
allí
y
solían
venderse
en
Fortnum
y
Masón,
deben
su
sabor
peculiar
a
los
hechizos
lanzados
sobre
ellos.”
También
que
los
ganaderos
subían
a
la
sierra
durante
dos
meses
y
se alimentaban “solo” de leche cuajada, quesos frescos y gachas.
Atravesamos
Busquístar
,
Pórtugos
y
Pitres
para
tomar
después
a
la
izquierda
la
GR-4134
cruzar
Mecina
y
finalizar
el
recorrido
en
Mecinilla,
pequeño
pueblo
del
municipio
de
La
Taha
en
el
que
vivió
Gerald
Brenan
su
última
estancia
alpujarreña
en
la
década
de
los
setenta
del
siglo
pasado.
En
este
municipio
se
han
celebrado,
con
ánimo
de
continuarlas
en
los
proximos
años,
unas Jornadas dedicadas al escritor.
ETAPA 1
ETAPA 2
Jean-Christian
Spahni
,
arqueólogo
y
antropólogo
autodidacta,
nació
en
1923.
Rechazado
en
principio
por
los
medios
academicistas
suizos,
dedicó
gran
parte
de
su
vida
a
alterar
la
visión
europea
sobre
los
indios
sudamericanos
mediante
la
utilización
intensa
de
publicaciones
y
conferencias,
testimoniando
sus
investigaciones
a
través
de
la
fotografía,
la
grabación
y
el
cine,
y
difundiéndolas
a
través
de
periódicos,
la
radio
y
la
televisión
para
compartir
su
entusiasmo
y
amplios
conocimientos.
Fue
también
el
fundador
del
Museo
Arqueológico
de
Calama
(Perú)
que
aloja
gran
parte
de
sus
descubrimientos.
Sus
obras
más
importantes
son:
L'Alpujarra:
secrète
andalousie
(1959),
La
Cerámica
popular
del
Perú
(1966),
Les
Indiens
des
Andes:
Pérou-
Bolivie-
Équateur
(1974),
Mates
decorados del Perú (1969), Pérou (1970).
Antes
de
irse
a
Sudamérica
y
Filipinas,
llegó
a
España
en
1954
y
estuvo
realizando
una
excavación
arqueológica
en
Píñar
(Granada)
iniciando
los
trabajos
en
la
Cueva
de
las
Ventanas
y
en
la
Carigüela,
famosas
posteriormente
por
sus
restos
prehistóricos.
Y
se
dedica
a
recorrer
y
a
conocer
de
verdad
La
Alpujarra,
siendo
su
obra,
el
más
completo
tratado
antropológico
de
esta
comarca
y
de
sus
habitantes.
“La
Alpujarra.
Andalucía
Secreta”
–editada
en
español
en
el
año
1983-
es
una
nítida
imagen
que
se
distancia
de
la
típica
literatura
de
viajes
y
del
puro
tratado
científico,
mostrando
cercanía
y
respeto,
tanto
a
los
humildes
habitantes
de la sierra como a su cultura, dignos de más reconocimiento.
El
itinerario,
que
se
inicia
también
en
Órgiva
,
parece
el
más
corto
de
los
expuestos
hasta
el
momento,
pero
también
es
el
que
realiza
el
mayor
número
de
personas
que
entran
a
conocer
o
visitar
La
Alpujarra.
Se
toma,
como
diría
Spahni
,
por
“Los
caminos
de
la
montaña”,
la
GR-4132.
(OPCIONAL)
Al
poco
podríamos
desviarnos
hacia
Cáñar
,
pueblo
al
que
Felipe
II
otorgó
el
título
de
Villa
por
haber
apresado
a
Aben
Farax,
lugarteniente
de
Aben
Humeya,
asignándole
una
deuda
anual
de
180
vellones
de
oro,
que
no
fue
empezada
a
pagar
hasta
un
par
de
siglos
después.
Muy
originales
son
también
las
fiestas
llamadas
“Música
de
las
Mozuelas”,
que
se
celebran
entre
la
madrugada
y
el
resto
del
día
28
de
diciembre:
los
vecinos
de
Cáñar
tienen
fama
de
aficionados
a
la
poesía
y
por
ello
dan
rienda
suelta
a
su
creatividad
en
forma
de
coplas
cantadas;
antiguamente,
los
jóvenes
salían
por
la
noche
en
grupos
de
rondallas
y
cantaban serenatas a sus enamoradas.
Pasamos
ahora
justo
por
encima
de
Carataunas
,
donde
se
celebran
todos
los
años
“Los
Mundiales”,
con
concursos
de
comedores
de
flanes
y
otros
por
el
estilo.
Carataunas
significa
“
lugar
tranquilo”
y
cerca
de
este
pueblo
pasa
algunas
temporadas
el
dibujante
humorista
Martínmorales.
Al
pasar
este
pueblo
hay
que
estar
atentos
y
ver
la
ermita
del
Padre
Eterno,
que
es
de
las
pocas
del
mundo
que
están
consagradas
a
esta
entidad.
Un
poco
más
adelante,
a
la
izquierda
parte
la
carretera
de
Soportújar
,
del
que
Spanhi
comenta
que
“Esta
aldea
merece
un
alto
en
el
camino
debido
al
panorama
que
se
disfruta
sobre
el
valle
y
a
su
típica
arquitectura:
callejuelas
estrechas
y
tortuosas,
casas
de
piedras,
blanqueadas
con
cal,
orientadas
hacia
el
sur,
balcones
llenos
de
flores,
graneros
ampliamente
abiertos
y,
en
los
alrededores,
en
los
campos,
campesinos
afanándose.
La
duda
no
tiene
ya
razón
de
ser:
nos
hallamos
en la Alpujarra.”.
Continuamos
por
la
GR-4132,
hasta
que
en
una
de
las
múltiples
curvas
vemos
a
nuestra
derecha
el
gran
corte
del
Barranco
de
Poqueira,
del
que
nos
cuenta
el
escritor
mencionado
que
“Se
debe
a
Gustave
Doré
un
dibujo
del
barranco
de
Poqueira
que
impresionó
a
los
escritores
románticos,
a
Charles
Davilliers
en
particular,
por
su
profundidad
y
sus
dimensiones.
El
espectáculo
es
ciertamente
atrayente,
pero
guardémonos
de
exagerar.”
Y
después
de
criticar
con
lógica
el
impacto
negativo
de
la
central
eléctrica
–recuerdo
haber
visto
una
fotografía
antigua
anterior
a
la
central,
de
un
molino
hidráulico
mozárabe
de
piedra
del
que
salían
por
sus
bocas
unos
impresionantes
chorros
que
proyectaban
en
horizontal
varios
metros
de
agua
que
volvían
a
caer
en
una
espectacular
cascada
de
rocas-
nos
relata
cómo
son
los
pueblos:
“Construidas
unas
encima
de
otras,
se
hallan
estas
tres
aldeas:
Pampaneira,
Bubión
y
Capileira
,
dominadas
por
el
Veleta
cuyo
acceso,
desde
esta
última,
es
fácil.
Una
cascada
de
cultivos,
de
tejados
grises
y
planos
y,
en
cada
localidad,
gentes
hospitalarias,
adorables
casas
antiguas,
flores
en
todas
las
ventanas,
un
aroma
a
pan
recién
hecho,
a
madera
de
castaño
y
a
pizarra.”.
Hoy
día,
el
Se
proponen
TRES
ITINERARIOS
uniendo
los
pueblos
que
según
sus
obras
recorrieron
tres
escritores:
el
novelista
español
Pedro
Antonio
de
Alarcón
,
el
hispanista
inglés
Gerald
Brenan
y
el
sociólogo
suizo
Jean
Christian
Spahni
.
Se
podrían
haber
elegido
otros
escritores,
pero
los
mencionados
son
quizás
los
que más se han recorrido y leído esta tierra.
En
toda
La
Alpujarra
se
pueden
encontrar
referencias,
placas
commemorativas,
nombres
de
calles
o
plazas,
de
estos
autores.
Sus
títulos,
referidos
a
La
Alpujarra
,
son
por
lo
general,
entretenidos,
no
son
excesivamente
extensos
y
sobre
todo,
nos
animan
a
venir
a
La
Alpujarra
:
a
contemplar
sus
paisajes,
a
valorar sus recursos y a conocer sus gentes.
ITINERARIO
1.
Es
de
tipo
lineal,
si
se
parte
desde
Granada
comienza
en
Lanjarón
y
finaliza
en
Ugíjar.
Los
desvíos
opcionales
son
por
los
caminos
tradicionales,
que
por
lo
general,
no
están
asfaltados,
a
veces
utilizando
senderos
señalizados
o
sendas
casi
desaparecidas;
estos
desvíos
se
pueden
realizar
a
pie,
a
caballo
o
bicicleta
de
montaña,
acompañados siempre con un experto.
ITINERARIO
2.
De
tipo
casi
circular
(si
se
conecta
con
el
Itinerario
3),
entra
por
la
carretera
de
la
costa
desde
Motril
y
Vélez
Benaudalla
para
llegar
a
Yegen
y
Mecinilla
(
La
Taha
),
con
desvíos opcionales de interés.
ITINERARIO
3:
De
tipo
lineal,
parte
desde
Órgiva
hasta
el
Barranco
del
Poqueira,
con
pequeños
desvíos
opcionales
de
interés a los pueblos del recorrido.
RUTAS